Sobre la persona

ANALIZANDO LA NOCIÓN DE PERSONA FORMADA POR EL MODELO EDUCATIVO SALESIANO


Primeramente este modelo educativo, tiene como fundamento el legado de Don Bosco, es decir es sistema educativo que hace suyo con la vida y con el paso de las experiencias acumuladas a lo largo de algunas décadas de la vida de Juan Bosco.
Para nosotros salesiano es un deber actualizar las intuiciones pedagógicas del apóstol de la juventud, ya que él pensó de acuerdo a su tiempo, pudiendo soñar en que algunos hombres continuaran su obra, empero sus intervenciones se hallan situadas en un tiempo determinado, sujetas a un contexto; es menester que el sistema creado por Don Bosco no se pierda, al contrario, pueda dicho método iluminar la realidad actual entre los muchachos.
Veamos pues cuáles son algunos rasgos que deben identificar a la persona formada con el modelo educativo salesiano, vistos a partir de un cariz filosófico.
En el sistema educativo salesiano la persona que se forma tiene sentido de trascendencia. El modelo educativo de los hijos de Don Bosco provoca que el joven no sólo piense en el aquí y ahora, sino que le permite ilusionarse con lo que él puede hacer de su vida y por supuesto que da por sentado el sistema que promueve la aspiración constante a una mejor vida, en este plano y después de habitar esta dimensión. La trascendencia es un tópico en la filosofía que debe ser abordada, ninguna corriente de pensamiento debe soslayar este punto.
La antropología que subyace en el sistema de Juan Bosco es la antropología cristiana, que tiene por digno a todo ser humano, puesto que están hecho todos los hombres a imagen y semejanza de Dios. La esperanza es sustento de la existencia humana, sea como le nombren las personas, para nosotros que seguimos a Cristo es la esperanza plena estar permanentemente con él.
El joven formado con el método salesiano centra su vida en los principios del Evangelio. El chico va tomando como propios valores, no esos que presenta el mundo, no, más bien aquellos que dan sustento al actual, al pensar y al no actuar del joven. Este cúmulo de valores es extraído de las hojas evangélicas. El amor, el servicio, la amistad, la justicia, el respeto, la donación, son algunos de estos valores. El amor, la caridad se concreta en la experimentación tal cual de sentir amor, pasión por vivir, y pasión por la humanidad, por las persona. El servicio, la entrega en el trabajo, en hacer algo por las personas, da un sentido plenificante que la vida la tenemos para servir sino no sirve. La amistad es una clase de amor que permite y da pie al crecimiento de las personas de manera recíproca.
La persona que vive bajo este sistema de educación tiene respeto a la dignidad de la persona, a la naturaleza y a la cultura. Aunque me gustaría profundizar en lo que la congregación salesiana entiende por cultura, sólo indicó la inquietud de interrogante. El joven que vive bajo el cobijo del método educativo, se sabe digno, valorado, valioso y eso le permite interpretar o ver lo demás desde esta perspectiva.
La naturaleza, laguna infinita se halla donde sea, el mundo es parte de ella, el cosmos igual.
El respeto a la cultura, entendiendo a ella dos grandes significados, es parte vertebral del trabajo fruto de las iniciativas de nuestro sistema. Ahora bien, entendemos cultura como el continuo cultivarse, fomentarse en lo individual y en lo colectivo; o cultura como simples expresiones; un sentido amplio entendiendo por cultura todo lo que realiza el homo.
Este sistema educativo propicia que el alumno pueda intervenir en la sociedad, ya sea por trabajo solidario o bien por otra opción.
La persona formada por modelo educativo salesiano se sabe parte del conjunto social y aporta a este, emprender acciones, vive y promueve la solidaridad porque se sabe parte de todo un engranaje en suma complejo. Esta labor desemboca en labor con responsabilidad y de manera honesta. Ambos criterios se pueden ver escaleras para llegar a ese ideal de honrados ciudadanos.
Es importante la característica que sigue: una actitud de formación continua. El sistema promueve algunas nociones, incluso bases para que la persona crezca, salga y brille. Sin embargo el principal responsable de la misma educación (entendida esta como el proceso de hacer más persona a la persona) la formación nunca acaba, la educación no termina y justo es que el sistema educativo propicia que halla una constante tensión dan en un a la vida.
Así enlazamos el siguiente apartado que es valorar la vida. Aquella persona que tiene contacto son el sistema salesiano sabe que la vida en sí tiene valía; ahora bien, de acuerdo a los valores asumidos es capaz esa persona de darle un plus a la vida y verla con alegría y optimismo. La alegría, característica de todo cristiano no sólo de salesianos, es reflejo de la certeza de saberse amado por Dios y por los hombres.
Se da también por hecho el sistema preventivo crea líderes, agentes de cambio que proponen soluciones a los embates sociales. Y continuando, el joven se asume con creatividad sentido crítico para tragarse lo que va contra la vida, contra la persona y por supuesto, contra los valores evangélicos. Nuestro sistema dota al muchacho, a la muchacha de capacidades para proponer y hacer frente otras situaciones.
Desde su persona imprime su huella en el ambiente familiar de los salesianos, pues también el joven se reconoce parte de una gran familia. Así pues madura en la pertenencia a la Iglesia.
¿Es verdad todo esto? Cuando menos está en el papel. Don Bosco lo hacía, igual sus sucesores, pero nosotros hoy ¿lo hacemos? Promovemos no todos los aspectos de la persona en nuestros oratorios, parroquias, colegios, apostolados.
De verdad que educar es un riesgo. Y educar es cosa del corazón donde se halla condensado lo que es el hombre, parte del ser, cuerpo, ideas, sentimientos y voluntad. Todo esto tenemos los salesianos que asumirlo como reto y continuar trabajando.


Bibliografía

Guisan, Luigi, Educar es un riesgo.
Modelo Educativo Salesiano, Folleto.

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